miércoles, 29 de octubre de 2008

DEJAR HUELLAS




Saludos.

Uno no puede dejar de sentir cierto orgullo cuando tropieza, de vez en cuando, con algún portal donde puede apreciarse un sensible cambio de estilo. Y siento orgullo porque me alegra que, en la medida de lo posible, yo esté contribuyendo a que ése estilo mejore.

No comparto nada (mejor: una sola cosa, creo), con quien lo edita, pero es indudable que tras meses de pasar por éste mi blog, algo de las formas correctas de expresión se estén adquiriendo.

Me impresiona que abra como yo, que estructure como yo, que haga las pausas como yo... me impresiona y me reconforta porque quizás, con un poco más de tiempo, llegue a ser legible.

Como no es negativo que se te peguen las maneras de otros mejores que tú (yo intento extraer enseñanzas de los muchos libros que he leído y de los grandes maestros que los firman), me parece apropiado que se inicie la mejora con mi modesta aportación.

Hay, sin embargo, un componente subyacente que destroza las formas: el mensaje debe tener coherencia entre forma y fondo. Escribir bien y bonito para trasladar un mensaje horrendo, invalida los esfuerzos porque pierde, precisamente, eso: la coherencia.

Hay, además, un abuso excesivo de la hipérbole: ni todo es tan grande ni todo es tan pequeño. Debemos elegir un término adecuado, medio, y dejar la magnificencia para un asunto concreto, para enfatizar algo sin abusar, porque cansa todo un tratado en notas tan altas.

También se observa un abuso de adjetivos inadecuado: para calificar con vehemencia, es preferible escoger uno o dos compañeros para el sustantivo que señalen, con exactitud, la cualidad que se quiere destacar. Insistir mucho en ello también desvirtúa la intención.

Es conveniente, junto a lo anterior, dotarse de un léxico amplio y variado que permita la elección adecuada. En cualquier caso, siempre podremos tener a mano un diccionario de sinónimos y antónimos que nos surtan de esos elementos literarios y gramaticales que nos falten.

Se recomienda, encarecidamente, usar un lenguaje menos soez y sin llegar a la procacidad, a la vulgaridad. El nivel debe mantenerse, incluso, cuando pretendemos atacar a quien se merezca la diatriba. Un escrito elegante, bien estructurado y articulado, con un lenguaje culto y amplio, puede ejercer más efecto en el lector que un panfleto repetitivo, machacón y con evidentes desproporciones. Es insufrible.

Los nombres comunes, mal encajados, pierden vigor. Y la reiteración de términos, aburre.

No interesa, en ningún caso, plantearse demandas que lleven la respuesta implícita. Menos aún, preguntarse por cuestiones que solo el escritor puede responder. Si a ello unimos que el editor no debe admitir, en ningún caso, que le afecten las ofensas del contrincante, no debemos, por tanto, trasladar la impresión de que somos vulnerables a los dardos ajenos.

Y es esencial, siempre, huir de las descalificaciones personales, físicas, porque todos somos reos de imperfecciones y siempre estaremos expuesto a ser objeto de mofas. Además, tampoco es recomendable acusar de herencias que no puedan demostrase.

Insisto, pues, en que me siento gratamente sorprendido con los progresos y deseo que el nivel siga creciendo porque, como todos sabemos (o deberíamos saber), se pueden decir las mayores barbaridades con elegancia, con clase y con estilo y sin que el mensaje repela por grosero y bajo.

Cuidaros.

sábado, 25 de octubre de 2008

NACIDOS AQUI




Saludos.

Ser jugador español se ha convertido, hoy, en un aval para jugar en Europa. Durante años, el nombre de Luis Suárez fue el único referente de nacidos en ésta parte del viejo continente, capaces de llevar su magia a otros equipos. Más tarde se unirían Joaquín Peiró, Luis del Sol, Martín Vázquez y Gaizka Mendieta…

Lento pero seguro, el fútbol español fue creciendo hasta desembocar en el título europeo de selecciones donde, además de traerse el trofeo a casa, dio un ejemplo de buen juego. Excelente juego que me recordó, en muchas fases, al Brasil del 70, al Brasil de Félix, Carlos Alberto, Brito, Piazza, Everaldo, Clodoaldo, Gerson, Jairzhinho, Tostao, Pelé y Rivelino. Casi nada.

Además, la Liga española está, sin la menor duda, entre las primeras de Europa (si no es la más potente) y si unimos a ellos los entrenadores, podemos considerar que Europa, ahora, habla de fútbol en español.

A modo de resumen y pidiendo excusas por los probables olvidos cometidos, os dejo una pequeña relación de jugadores y equipos donde militan. Es una impresionante lista de exportación de buenos jugadores:

LIGA INGLESA

LIVERPOOL:
Riera, Torres, Arbeloa, Alonso y Reina.
Además, en el banquillo:
Daniel Sánchez Ayala, Daniel Pacheco, Mikel San José Domínguez, Francisco Durán y Miki Roque.
Rafa Benítez, Entrenador.
ARSENAL:
Fábregas, Almunia, Mérida.
EVERTON:
Arteta.
MANCHESTER CITY:
Garrido.
NEWCASTLE:
Sanchez.
BROMWICH ALBION:
Valero.
PORSTMOUTH:
Lauren.
TOTTEHAM:
César Sanchez,
Juande Ramos, Entrenador.
ASTON VILLA:
Carlos Cuéllar.
QUEEN’S PARK RANGERS:
Parejo.

LIGA GRIEGA

OLYMPIACOS:
Raúl Bravo, Oscar González.
Ernesto Valverde, Entrenador.
PANATHINAIKOS:
Sarriegi.
AEKA:
Juanfran.
ARIS DE SALONICA:
Koke.
IRAKLIS:
Martínez.
FENERBAHCE:
Güiza, Josico.
Luis Aragonés, Entrenador.

LIGA ESCOCESA

GLASGOW RANGERS:
Novo.
CELTIC DE GLASGLOW:
Crosas.
FALKIRK:
Arnau Riera.
HEARTS:
Palazuelos.
KILMARNOCK:
David Fernández.
DUNDEE UNITED:
Sandaza.
SAINT MIRREN:
Tonet.

LIGA PORTUGUESA

BENFICA:
Reyes, Balboa.
Quique Flores, Entrenador.

OTROS

AJAX:
Presas.

LEGIA DE VARSOVIA:
Descarga, Astiz.

Solo destaco los más llamativos por los clubes, las ligas y los propios jugadores, ya que también hay españoles jugando en Suiza, Bélgica, Austria, Rumanía, Italia, Alemania, y Ucrania.

Cuidaros.

martes, 21 de octubre de 2008



Saludos.


De la Wikipedia:

"Dignidad significa "calidad de digno". Deriva del adjetivo latino dignus,se traduce por "valioso"; es el sentimiento que nos hace sentir valiosos, sin importar nuestra vida material o social.

La dignidad se basa en el reconocimiento de la persona de ser merecedor de respeto, es decir que todos merecemos respeto sin importar como seamos. Al reconocer y tolerar las diferencias de cada persona, para que esta se sienta digna y libre, se afirma la virtud y la propia dignidad del individuo, fundamentado en el respeto a cualquier otro ser. La dignidad es el resultado del buen equilibrio emocional. A su vez, una persona digna puede sentirse orgullosa de las consecuencias de sus actos y de quienes se han visto afectados por ellos. Un exceso de dignidad puede fomentar el orgullo propio, pudiendo crear la sensación al individuo de tener derechos inexistentes. La dignidad refuerza la personalidad, fomenta la sensación de plenitud y satisfacción.

Es el valor intrínseco y supremo que tiene cada ser humano, independientemente de su situación económica, social y cultural, así como de sus creencias o formas de pensar.

El ser humano posee dignidad por sí mismo, no viene dada por factores o individuos externos, se tiene desde el mismo instante de su concepción y es inalienable.

A la misma mujer, a pesar de los logros obtenidos en sus derechos, todavía en muchos lugares se le sigue considerando de rango inferior con respecto al hombre y por lo tanto con menor dignidad.

Otra, para justificar la esclavitud se decía que el esclavo no era persona humana, sino un objeto, al igual que judios, gitanos y homosexuales durante el nazismo. En la época del colonialismo, se decía lo mismo del indio, que no tenia alma y por lo tanto no poseía dignidad humana.

Es constante en la historia de la humanidad, negar la dignidad humana para justificar y justificarse en los atentados contra ella. la dignidad en las personas es muy importante por que tiene muchos valores que atañen a ella y son por ejemplo: el respeto, la moral, autoestima, "orgullo", etc."

Un exceso de dignidad puede fomentar el orgullo propio (exacerbarlo) hasta el extremo de hacer pensar en derechos inexistentes. Es la tesis que la Historia se ha encargado de mostrarnos en todos los dictadores, en todas las partes, en todos los nacionalismos.

Tal como podemos leer sobre Hitler, Mussolini, Franco, Stalin, Videla, Pinochet, Castro... algunos de los casos más recientes y trágicamente llamativos, los "derechos naturales" son invocados hasta por individuos de las clases menos favorecidas.

Es el principio de posesión y el gérmen en que se basa el capitalismo (sea de izquierdas o de derechas).

Esos dictadores también los invocaban contínuamente para ilusionar a los pueblos sometidos y hacerlos soñar con metas ficticias. Y de los derechos naturales, pasaron a los "enemigos naturales", otra reivindicación constante.

En aras de lograr los derechos naturales y protegerse de los enemigos naturales, que pretendían negarles esos derechos, los dictadores optaban siempre, por su propia lógica, por militarizar la sociedad (obediencia absoluta), dotarse de descomunales ejércitos (siempre había enemigos en las fronteras) y potenciar los recursos policiales (esos enemigos se infiltraban por todas partes) hasta extremos delirantes.

Todo el aparato militar/policial, termina siempre orientado en la única dirección posible: la represión interior.

Y todos los casos, lo primero que se persigue es la democracia. El primer enemigo del régimen dictatorial es la libertad de pensamiento, la libertad de optar, la libertad de escoger, de elegir... la democracia.

Anulada la democracia, la sociedad ha dado un paso importante a la militarización porque ya no piensas, no optas, no decides: solo acatas.

Desposeer de personalidad, uniformar, en parte del proceso. Todos iguales, todos grises, todos al paso. No hay sitio para las individualidades y si aún persisten, está la represión policial pura y dura para tí y para tu familia.

Desprovistos de dignidad (el dictador ya tiene suficiente por todos), te convierten en una pieza de engranaje perfectamente ajustada.

Pero no hay que irse a la Historia, a los países, a las grandes guerras porque dictadores los encontramos por todas partes. Hay un dicho popular que dice: "dale un carguito y sabrás quien es fulanito", que viene a reflejar los cambios de actitudes de las personas en función del puesto (con poder), que ostenten.

Concluyo con la dignidad, a secas. En lo complicado que es mantenerse digno en una sociedad que te avasalla, que te corrompe, que te presiona, que te exige, que te tienta, que de pones metas inalcanzables, que te premia por ser indigno...

Y lo que es peor: no saber que se es indigno ejerciendo cualquier forma de dictadura.

Cuidaros.

domingo, 19 de octubre de 2008

EL CASO AGUIRRE

Saludos.

Apenas unos cuantos partidos de liga y ya tenemos tema para toda ella porque, no nos quepa duda, seguiremos hablando del mexi-vasco como lo llevamos haciendo aún antes de empezar la competición.

Este señor siempre ha dado titulares, entrene al equipo que entrene, con la diferencia de que ahora, otro año más, lo hace en uno de la capital. Eso, en los medios, le garantiza protagonismo sin límites y así cumple uno de sus máximos objetivos: parecer que es un gran entrenador aunque no lo haya demostrado nunca.

De la misma forma que el tal Mejuto es capaz de desquiciar al más pacífico del patio con su nefasta forma de arbitrar, Aguirre es capaz de meter tantas tonterías en las cabezas de sus jugadores que se olvidan de hacer lo que saben: jugar al balón.

Aguirre vive de las formas y ni por asomo, se acerca al fondo, al fútbol. Es tan práctico en sus planteamientos que, prácticamente, no consigue nada porque no sabe que hay una teoría que luego debe traducirse en la práctica del fútbol. No lo sabe.

Lo que le faltaba a éste mexi-vasco es llegar al Atlético de Madrid, de la capital, pedir jugadores como si estuviera en un equipo GRANDE y luego echarle las culpas a las patadas de los otros, a los árbitros, a la UEFA... cualquiera es culpable, menos él.

Proyectar nuestros errores, nuestras carencias, nuestras debilidades en los demás tiene un nombre en Psicología.

Y como es un mal entrenador, no consigue nada meritorio.

Ocurre, sin embargo, que con plantillas como la del Madrid o la de Barça, casi cualquier entrenador se hace bueno. Pero el Atlético no cuenta con que teniendo, como tiene, una gran plantilla, ha colocado ahí a un entrenador malo y que no sabe sacarles el máximo rendimiento porque él mismo, con sus actitudes, desorienta y desquicia a los chavales.

Por si eso fuera poco y por ser un equipo de la capital, con toda la parafernalia mediática detrás, han tenido la agudeza de adjudicarles méritos por conseguir, de augurarle metas superiores antes de, de colocarlos en sitio preeminente sin haber andado el camino.

Solo con la plantilla, sin haber jugando aún, ya eran máximos candidatos a todo. Luego, tras algunos resultados potentes, frente a equipos de nivel medio-alto, las espectativas los elevaron aún más.

Pero cuando llegan los grandes... el globo se desinfla. Cuando les plantan cara, cuando el otro no se achica, cuando le hablan de tú a tú, solo demuestran capacidad para UEFA, como mucho, porque el año pasado entraron en Champions como entraron, a la remanguillé.

Lo que haya conseguido el mexi-vasco, poco, ha sido a base de marrullerías y de malos modos. De fútbol, nada de nada.

Y luego está lo de la incontinencia verbal. Lleva años dando ruedas de prensa en las que suelta, de vez en cuando, alguna chorradita que los plumillas le ríen. Se envalentona y de chorraditas pasa a chorradas, luego a tonterías y termina diciendo estupideces. Y como aún le siguen riendo y aplaudiendo, pues seguirá progresando y progresando hasta que, hartos de hacer el ridículo, lo echen.

Entonces solo podrá decir lo único realmente brillante que puede decir: Adios.

Cuidaros.

sábado, 18 de octubre de 2008

Y VAN...

Saludos.

Me cuentan que hoy debo añadir un nuevo delito a mi larga lista de problemas:

Ahora soy un MANIPULADOR.

No importa lo que haya hecho en mi vida; las veces que me haya tenido que enfrentar a cuestiones muy, muy peliagudas; las veces que he tenido que plantarme delante de gente poderosa, lista y con recursos para hacerme mucho daño; las veces que me hayan apaleado por defender a los trabajadores; las veces que haya tenido que ponerme enfrente de quinientas personas y explicarles cosas importantes; los años que lleve trabajando mucho y bien para que otras panzas engorden; las veces que he tratado de hacer COSAS porque tengo ideas, iniciativas y la voluntad necesaria... soy un MANIPULADOR.

Eso, me cuentan, lo dice una persona que está siendo manejada, cual marioneta, por otros. Eso lo dice una persona a la que respeto muchísimo (y se lo he dicho en alguna ocasión), pero que no logra desprenderse de lastres que no le ayudan.

Parece un guión conocido: primero, administrador; luego, manipulador... supongo que llegará lo de acosador, ladrón y pederasta.

Nada nuevo.

Deberíamos establecer los términos de "manipulador" y luego debatir. Quizás nos encontremos con grandes sorpresas.

Por supuesto, las ofensas a mis amigos, los supuestamente "manipulados", no cuentan ya que como "no son muy listos" no notarán los efectos de mis artes.

Lo dice, además, una persona que me cataloga de "tan inteligente..." Eso debe haber sido un chivatazo. Seguro.

Somos lo que hacemos y lo que decimos.

LO QUE HACEMOS Y LO QUE DECIMOS.

OBRAS SON AMORES Y NO BUENAS RAZONES.

POR NUESTRAS OBRAS NOS CONOCERAN.

Cuidaros.

PEQUEÑO HOMENAJE


Saludos.
Hoy no escribo. Os pego un artículo de un blog excelente y que leo con frecuencia.
""* PALANGANAS
Así nos llaman y así nos llamamos a nosotros mismos. Conozco a sevillistas que les molesta que así le llamen, seguramente por el tono en el que se dirigen a nosotros los seguidores del otro equipo de la ciudad.
Yo personalmente me siento orgulloso de ser palangana y mi blog se llama como se llama, casi por obra y gracia de un palangana cerrado tocayo mío de Lebrija llamado Carlos García, que me aportó la idea sin saberlo.He visto que hay gente que le molesta, (muy poca la verdad), pero somos lo que somos.Ser colchonero, merengue, culé, verderón, periquito, submarino, boquerón, choquero, león, etc, no tiene nada de especial, supone algo divertido y es así como se conoce a las aficiones de los distintos equipos.Pero hay muchas anécdotas y datos que no estaría de más conocer.A los sevillistas nos llamaron siempre “merengues”. Hay datos muy antiguos que se remontan a la segunda decena del siglo XX donde ya podemos encontrar a nuestro club por ese nombre.Vemos una crónica de 1935 del periódico ABC donde podemos comprobar que esto es así:Los orígenes de nuestros colores no estan muy claros tampoco y además parece ser raro que en aquella época -1905- se usase el color blanco para jugar al football. De hecho los ingleses usaban desde muy antiguo ya colores muy vivos para diferenciarse entre los distintos componentes de los equipos y además era por otra razón: el blanco era un color tendente a ensuciarse mucho con la práctica del juego, por lo que requeriría de mucha atención en cuanto a su limpieza.Don Luís de Ybarra, socio fundador de 1905, estuvo en el Reino Unido cursando sus estudios y se trajo una equipación “colchonera” a rayas blancas y rojas, posiblemente era la equipación del Pastor Granma School donde se practicaba este novedoso “sport”, pero parece ser que no gustó mucho, por lo que fue relegada para el segundo equipo, (que no filial, ya que son cosas muy distintas).
Alineación del segundo equipo sevillista que jugó en la inauguración del Campo del Mercantil. Puede observarse la equipación "colchonera" utilizada para la misma.
Hay un dato que habla que sobre 1908/1909 se encargó una equipación en Inglaterra que debía ser blanca y tener una raya roja. No sabemos bien si esta debería ser vertical, horizontal o cruzada, pero el caso es que nunca llegó a Sevilla y no pudimos comprobarlo.Trasladándonos en el tiempo, en 1958 todavía encontramos la denominación “merengue” en la prensa, que seguirán hasta los años sesenta, donde parece que comienza a cambiar la terminología para referirse a nuestro club, parece ser porque “los merengues” mesetarios se adueñan del término definitivamente. No entraremos en estas cuestiones de las injusticias y los equipos de Franco y cuestiones de esta época.El origen del término “palangana” no está muy claro. Dependiendo de quién lo pretenda contar, defirnirlo será más escabroso o menos. Parece ser que tiene mucho que ver que en esa época, (finales de los 60), ya con los primeros diseños modernistas de las equipaciones, que al añadirle una pequeña línea roja a la camiseta y a los símbolos, se asemejaban a las palanganas de la época.Otras definiciones se refieren a la similitud de nuestro estadio con una gran palangana por su forma, aunque para gustos no hay colores. Los hay que tienen un exceso de ojo clínico para estas cosas.Otras posibles explicaciones bucean en la maldad, dependiendo de quien la cuente, pero como leyenda urbana y como siempre nada pueden demostrar, más que el hecho de contarlo porque un abuelo o un tío se lo dijo… ya saben, lo de siempre. Me gusta que en las radios de los equipos rivales se entretengan en buscar el origen de nuestro apodo, algo por otro lado vergonzoso, ya que puede ser una buena forma de desviar la atención de problemas propios.No obstante no todos los clubes se llamaron, en su apodo, como se llaman hoy en día. Sin ir más lejos, a los seguidores béticos les llamaban “los pepinos”, según crónicas de la tercera decena del siglo pasado, cuestión esta muy obvia por los colores usados. De hecho un cronista de la época se hacía llamar P.Pino cuando escribía las crónicas del club verderón.Por otro lado, el Sevilla FC ha instituído oficialmente ediciones de los premios “Palangana del año” que se celebran anualmente y que dicho sea de paso, no me importaría en absoluto recibir, ¡qué digo! estaría orgullosísimo de tener un "palangana del año". ""
Espero que esto acalle a tanto cretino que pulula por la web.
Cuidaros.

martes, 14 de octubre de 2008




Saludos.

Más de un siglo de sevillismo y yo soy palangana más de la mitad.
Cuando uno nace sevillista (porque desde que te gestan llevas los colores impresos en tus genes), uno no se cuestiona nada. Se es sevillista y ya está.
Es verdad que hubo aquellos años en los que no eras consciente de nada, pero cuando despiertas a tu entorno, comienzas a comprender los mensajes. Luego imitas a tus modelos palanganas y disputas con tus amiguitos con aquellos famosos “po el Sevilla e mejó quer Beti”.
Mas tarde canturreas por cualquier parte aquel famoso “ooohh torero (chá cha chá), ar Beti lan metió siete a cero (chá chá chá)…”
En los partidos en la calle, cuando la calle era tu universo, siempre te colocabas del lado de los blanquillos.
No importaba si eras el más malo del equipo (que lo era), si ganábamos. La victoria era tan nuestra como de aquel diablo palangana (aunque ahora lo veas gordo, calvo y borrachín) que les había metido cuatro o cinco a los verdes. Habíamos humillado al otro y ya está.
Descubres pronto, muy pronto, la radio (de galena) y oyes las transmisiones de la Sociedad Española de Radiodifusión (SER), que era la alternativa a Radio Nacional de España. Raramente mencionan a tu equipo, pero cuando lo hacen, te sientes tan identificado que la alegría, si habíamos ganado, te dura una semana. Una semana de machacar a los verdes.
Cuando no, a aguantar.
Llegan los periódicos (el ABC, casi el único), Sección de Deportes, pasas las páginas de los equipos del régimen y allí está: una tira con la crónica del partido.
Y te vas quedando con los nombres que nos hicieron grandes años atrás: Santín, Campanal, Valero, Arza…
Hay televisión en blanco y negro y no siempre porque Guadalcanal falla más que acierta. Además, si no es el Madrid, raramente ves a tu equipo. Y están los toros también.
Cuando comienzas tu vida laboral, a una edad en que tendrías que estar estudiando y jugando al fútbol (porque no existía otro deporte), haciendo alguna gamberrada y ligando (que es mucho decir), aprendes a debatir como adulto con los verdes.
Ya, desde entonces, sabes que nunca te liarás a ostias por el fútbol. Sabes que solo es un deporte, que llevas a tu equipo tan dentro que no te importa lo que digan los otros. Es TU equipo y es el mejor.
Aprendes a no discutir y aprendes a intercambiar opiniones con los afines.
Llegan los guateques y los picús y llegan ¡oh, milagro!, algunas chicas a las que les gusta el fútbol y ¡por tó lo mas grande, SON DEL SEVILLA! Ahí hay plan (dicho así suena bien, pero en realidad se trataba de bailar lento varios temas, dolores de caderas de buscar un contacto imposible y moratones en el pecho de los codos de la palangana). Pero eso sí: nos hartábamos de hablar del Sevilla.
Ahora las ves con el pelo blanco, casada con el más guapo de la pandilla, ha ganado peso y paseando a los nietos. Pero siguen siendo palanganas y lo llevan en la mirada, lo llevan en el recuerdo y sientes una ternura inmensa porque te dieron muchos minutos de gloria, de macho, de los límites del placer de la época y además (adelantados en el tiempo), te hiciste AMIGO de una CHICA.
Y lo sigues siendo porque fuimos personas del Sevilla.
Llegan los años de las penas y las alegrías. Años de media tabla, un poco arriba, un poco abajo, segunda…
Ves llegar excelentes jugadores y los ves, un poco más tarde, defender otro escudo.
Vives tu sevillismo en la distancia porque el destino te obliga a vivir lejos de Nervión muchos años y lo vives con tanta intensidad que duele. Un triunfo es una fiesta aunque sea poco importante. Una victoria en un derby es… la leche. Allí, lejos, los sentimientos se agudizan de tal forma que lloras. Lloras cuando ganamos y lloras cuando pierdes. Y no sientes vergüenza porque ES TU EQUIPO. Tampoco te importa que te miren como si estuvieras loco.
Luego llega de nuevo el destino y te prohíbe acudir al estadio. La vida te vuelve a pegar otro palo y te hurta el placer de ver al Sevilla en Nervión.
Pero nunca te rindes.
Sigues siendo igual o más sevillista. Más si cabe aunque tu aportación al equipo sea solo emocional.
Y llega el Centenario. Y cuando ves a tu equipo apabullar, jugar, ganar, aplastar, levantar copas, títulos, trofeos… lloras.
Lloras como una magdalena.
Tanta maravilla no es posible porque miras hacia atrás, hacia ésas décadas grises cuando un pequeño triunfo era una festín, y no te crees lo que estás viendo. Y vuelves a llorar de emoción.
Y no te importa que te digan llorón porque lloras por el Sevilla, lloras por tu Equipo, lloras porque te da la gana y porque te lo mereces.
Y siempre, siempre, gritas “Hasta La Muerte” porque sabes que será así.
Y deseas que el sueño no acabe nunca.
Nunca.
Cuidaros.

lunes, 13 de octubre de 2008

INDESEABLES

Saludos.

Dice el DRAE:

indeseable

1. adj. Dicho de una persona: Cuya permanencia en un país consideran peligrosa las autoridades de este. U. t. c. s.

2. adj. Dicho de una persona: Cuyo trato no es recomendable. U. t. c. s.

3. adj. Indigno de ser deseado.

Veréis, pues, que hay personas cuya presencia no se desea y cuyo trato no es recomendable.

Personas que vayan donde vayan y hagan lo que hagan, nadie los quiere. Personas que estorban en todos lados; que son expulsados de cualquier sitio y aunque no sean peligrosos, son eso, indeseables.

Son también personas con una larguísima lista de expulsiones por indeseables, es decir, que no despiertan deseos ni literarios, deportivos o presenciales. La lista es muy extensa.

Son los que estorban y molestan; insufribles, insoportables, pedantes y falaces.

Son todo un regalo... envenenado.

Por supuesto, plagados de sí mismos. Muy plagados. Tan plagados que no se soportan ellos mismos y deben castigar a otros con su indeseable presencia.

Son faros luminosos en la oscuridad que les rodea, en el mar de ignoracia por donde navegan. Luces a las que acuden las polillas y se queman las alas.

Arañas, también, que tejen sus hilos pegajosos con los que atrapar a los insectos que luego devoran.

Y expertos decoradores que crean fabulosos escenarios de papel y carton, porque no son capaces de vivir una vida real y deben fabricarse ilusiones que les hagan soportarse. Escenarios donde son reyes, actores principales, protagonistas.

Hasta que acaba la función. Luego vuelven a sus insoportables existencias miserables.

¿Conocéis muchos indeseables?

Yo si.

Cuidaros.

viernes, 3 de octubre de 2008

MANOLO

Saludos.

En primer lugar, felicitarnos por el gran triunfo de ayer y no voy a analizar el partido porque, como habréis leído, hay foreadores mucho mejores que yo para eso.

Solo quería hacer unas pequeñas reflexiones sobre algunas ideas que se han expuesto:

Yo no soy fanático de Manolo Jiménez. Nunca lo he sido y jamás lo he ocultado.

Cuando vierto observaciones o “críticas” sobre su papel de entrenador del Sevilla, intento razonarlas. Expongo las razones que me impulsan y que pueden estar acertadas o no. Pero son las mias.

Jamás lo insultaré ni nada parecido. Jamás le exigiré que se marche porque, entre otras cosas, para eso tendría que ofrecer una alternativa y no la tengo.

A pesar de las estadísticas que nos ofrece (realmente buenas) y de que poco a poco veo mejorar al equipo, sigo pensando que tenemos plantilla para mucho más.

Veréis: me encanta el fútbol. Para mí es un goce estético ver un buen partido de éste deporte. Y me gusta independientemente de quien juegue. Sin embargo, si es mi equipo, si es nuestro Sevilla quien juega, el goce se multiplica exponencialmente. Si además lo hace de lujo, me quedo rayando el paroxismo.

¿Soy demasiado exigente por querer que mi/nuestro equipo juegue, lo haga bien, gane y me ofrezca espectáculo?

Es verdad que los resultados mandan. Es verdad que lo importante son los puntos y las victorias. Pero de la misma manera que Bach me emociona, que Mozart me trasporta, que Velázquez me sublima… ver al Sevilla generando fútbol me eleva a estadios mentales insospechados.

(Espero no haber quedado cursi).

Por eso, porque quisiera disfrutar explosivamente siempre que veo a mi equipo, le pongo “peros” a Manolo. Porque quiero ver espectáculo. Porque quiero vibrar y no solo con los goles.

Y sí que hay críticas y críticas. Las hay constructivas y destructivas. Por supuesto que sí.

Si yo “critico” a Manolo, es porque deseo que me alegre las pajarillas.

Y debo reconocer que, en los dos últimos partidos, he pasado muchos buenos minutos.

Siempre, diga lo que diga, Manolo es MI entrenador y por ello, aún sin ser un ídolo para mí, lo apoyaré a muerte porque dirige a MI equipo.

Y mientras ocupe la dirección del Sevilla FC, es MI entrenador.

Cuidaros.