jueves, 25 de diciembre de 2008

LA PRIMERA GRAN DECEPCION

Saludos.

Cuando la edad te hace ver más trecho para atrás que para adelante y si tienes la suerte de que el alemán aún no haya hecho acto de presencia, tiras de la memoria porque cualquier acontecimiento, un detalle, unas palabras o una imagen, te hacen recordar momentos vividos de los que tenemos ahí guardados, en ésa memoria caprichosa que saca detalles cuando menos te lo esperas.

Ayer me narraban la forma en que engañaban (quizás sea dura la palabra), a una niñita para poder hacerle llegar los regalos de papá Noel.

A pesar de tener muy pocos años, lleva dos o tres que siempre logra identificar al familiar o amigo que aparece disfrazado de gordo colorado, pegando los JOJOJO de voz profunda y que trae un saco lleno de cosas maravillosas.

Este año han variado la táctica y aguzando la imaginación (no hay más remedio), han logrado convencer al diablillo de que Papá Noel llamó a la puerta y cuando salieron, a toda prisa, ya se había ido. Por supuesto, el saco de regalos estaba allí.

Vaya por delante que en mis tiempos no existían ni Papá Noel ni Santa Klaus y que solo se les pudo ver por esta parte de Europa, cuando llegaron de la mano de los bikinis de las suecas. Cosa curiosa porque los dos primeros llegan vestidos de gruesos trajes para combatir el frío y las otras, las suecas, con tan poca tela que a los españolitos de los racionamientos nos parecían las apariciones más maravillosas jamás vistas. Y ciertamente que lo fueron hasta que descubrimos, años más tarde, que las naturales del país, las españolas, también tenían cuerpos debajo de las ropas y que lucían los bikinis con la misma excitante atracción que las rubias de ojos claros. Quizás con más atracción ya que uno es más de las nativas morenas de ojos oscuros.

Hasta esos momentos, nuestro mundo estaba copado por los tres monarcas de oriente: Los Reyes Magos.

El primer gran fiasco es la fecha de llegada porque después de dos o tres semanas de vacaciones, de corretear por las calles tratando de inventar nuevos juegos (por supuesto, los juguetes del año anterior hacía meses que estaban convenientemente almacenados en el basurero municipal), o de repetir el pídola, el fútbol y el “escondé”, te quedas sin días para disfrutar de la nueva remesa de juguetes: enseguida al cole.

Eran aquellos años en que el cinco de Enero era la fecha de los nervios, de la esperanza, de los remordimientos si pensabas en aquellas trastadas que hiciste y que podrían arruinarte los regalos de la mañana siguiente. Nos habían machacado tanto con “¿has sido bueno?” que pensar en los pequeños desastres domésticos que tu conducta de niño habían ocasionado, te angustiaban.

Pero llega ésa mañana, la de los nervios incontenibles. Los primero es lo primero y nadie va al comedor, donde se supone que sus majestades habían depositado el tesoro, hasta que no esté perfectamente uniformado, es decir, vestido y lavado que la disciplina era la disciplina.

El gran día te tienen que “calentar” un poquito para que vayas a desayunar a pesar de que eras una lima nueva en lo referente a la gastronomía. Y lo haces cuando ya has pegado veinte tiros con tu escopeta nueva y has recibido varias amonestaciones del tipo ¡no le dispares a tu hermano que le vas a saltar un ojo!

Unos años más tarde, un amigo, el más listo, te da la gran noticia: los reyes son los padres.

Te cuesta asimilarlo. Es complicado de creer. Y dependiendo del momento en que te lo cuentan, puedes pasar meses esperando para verificar el dato.

Hasta que llegan la siguientes Navidades y estás con las orejas y los ojos atentos al menor detalle. Esa noche tardas más de los habitual en dormirte e, incluso, simulas un sueño profundo cuando tu hermano mayor, el encargado de comprobar que los pequeños estamos en manos de Morfeo, se pega un paseíto por el dormitorio, andando de puntillas y mirando fijamente nuestros rostros.

Cuando se marcha conforme con la situación, suspiras y te sonríes porque por esta vez, lo has engañado.

Luego escuchas atentamente y oyes cosas. Detalles. Exclamaciones y ruido de cajas, papeles y risas contenidas y todo apunta a que el amigo tenía razón. Incluso vas más allá y te atreves a salir de la cama, sin hacer ruido y bajando la escalera, asomar un ojillo y ver lo que está ocurriendo: tus padres y tus dos hermanos mayores, andan atareados montando el escenario.

El mundo se te viene abajo y se te queda marcada con la primera gran decepción de tu vida porque ya desaparece la magia. Vuelves a la cama con los pies helados y una mueca de insatisfacción enorme porque dejas de ser niño y subconscientemente te preparas para el resto de tu vida.

Como reacción al desastre, te empeñas en “informar” a otros más pequeños de tus conocimientos.

Y la vida se repite y las decepciones, desde entonces, llegan a montones y concluyes que los Reyes Magos son odiosos porque cuando los descubres, se te acaba la inocencia.

Cuidaros.

miércoles, 24 de diciembre de 2008

EN ESTOS DIAS

Saludos.

Quizás no sea este el sitio adecuado y penséis que mi mensaje debería estar en alguno relacionado con la navidad, pero lo he elegido a conciencia porque, cuando lo leáis, entenderéis que es el mejor sitio.

Os digo que para mí, estas fechas son, sobre todo, un incordio. A estas alturas, ya deberíais saber que soy bastante antipático, cabroncete y tengo un mal genio excelente.

No soy la alegría de la huerta ni el más simpático a éste lado del Mississipi. Estoy, como persona, en puestos de descenso permanente.Además, profundamente escéptico. Eso significa que NO ME CREO CASI NADA.Dice la Biblia (excelente libro de historia, ciencia y buenas intenciones), que un tal Tomás, discípulo de Jesús de Nazaret, no creyó en la resurrección hasta que no metió los dedos en la llaga. Cabe pensar que yo provengo de ésa estirpe (se diría "tomasino" o "tomatero").

Si lo leído hasta aquí está ocasionando malestar a alguien, le pido perdón. Soy, aunque pueda no parecerlo, escrupulosamente respetuoso con las creencias de los demás. Aunque no camparta nada o casi nada de ello.

Pero por encima de las creencias, de las opiniones y los puntos de vista, está la LIBERTAD de cada a elegir. Y si como espero nadie intenta imponerme una sola idea, prometo hacer lo propio con los demás. Como he hecho siempre.

Quizás solo manipule un poquito.

Dicen.

Tampoco pretendo llamar a la conciencia de nadie porque no tengo autoridad moral para ello. Ni siquiera lo pretendo. Vuelvo a insistir en la Libertad de cada uno. Y en la mía también, espero.

Hoy, día 24, vísperas de una fecha importante en el calendario cristiano, he leído decenas de postales, felicitaciones, buenos deseos...

Hoy haré los mios:

Me acuerdo de las personas de las ONG's que viven entre las miserias de otros. Y me acuerdo de ellos porque los Estados, esos que destinan miles de millones de euros a chorradas, que tienen magníficos ejércitos dotados de armas carísimas, que envían cohetes a las estrellas, que fabrican aviones que te llevan en un rato a la otra punta del mundo... los Estados deberían sentir una vengüenza insoportable al ver que son los ciudadanos, las personas, los individuos, por su cuenta, los que organizan la solidaridad, los que redistribuyen las riquezas, los que se implican y entregan sus vidas a ayudar a los demás.

Para ellos, deseo que su trabajo termine y que no sea necesario.

Para los dos tercios de la población mundial que con sus carencias, sus faltas de comidas y bebidas, con sus enfermedades, con sus guerras y con sus sufrimientos, permiten que el tercio restante, nosotros, vivamos con excesos y derrochando de todo.

Para ellos, deseo que consigan ver que son más y que pueden cambiar el mundo.

Para los tripulantes de las pateras porque unos cuantos desalmados los meten ahí y los envían a pelear con una ola asesina y con un ejército de policías y leyes... desarmados.

Les deseo que les construyan una autopista sobre el estrecho, de seis bandas y solo en dirección norte.

Para la Humanidad que consiente que un solo niño sufra en el mundo porque no merece llamarse así.

Le deseo que desaparezca y dé paso a otra especie menos dañina. Aunque caigan justos por pecadores.

Y para todos los palanganas, los que son y los que serán, los que viven en otros países, los que viven aquí, los que están por nacer, los que vienen en patera, los que no saben que lo son, los que quieren a Manolo y los que no, los que antes eran palanganas ya ahora son verdes, os deseo...

os quiero, os adoro y no seáis muy duros conmigo, por favor.

Cuidaros en la misma medida que trato de cuidarme yo mismo.

lunes, 22 de diciembre de 2008

DA GRIMA


Saludos.

Algo debe estar pasando en el Sevilla cuando tantos miles de sevillistas andan inquietos con el juego del equipo y solo hay que mirarlos y escucharlos durante los partidos.

Un equipo que va el segundo en la Liga.

Es paradójico.

Sin embargo nadie se llama a engaño: no estamos ahí porque hagamos un fútbol espectacular, demoledor y brillante. No.

Estamos ahí porque Jiménez, nuestro entrenador y ex jugador, ha conseguido ensamblar un buen esquema defensivo y es complicado hacerle goles al Sevilla. Él era defensa.

Hay partidos donde jugamos con cuatro y cinco centrales. Cuatro y cinco.
Somos el segundo equipo menos goleado, tras el Barça (con la diferencia que los catalanes han marcado más del doble de goles que nosotros)

Es muy significativo.

Pero seguimos esperando que consiga articular el medio campo, la zona creativa, la parte desde donde sale todo el juego, que orquesta el ataque y propicia el trabajo de extremos y delanteros.

Las bandas han perdido mordiente y ya no son los dos espolones que eran. Los extremos reciben pocos balones con espacios y casi siempre de espaldas al contrario, por lo que deben retrasar el balón una y otra vez. Se pierde la capacidad de desborde y la velocidad. Y cuando estos llegan, faltan apoyos.

Los puntas, a pesar del cúmulo de lesiones, siguen sin recibir balones claros. Si además unimos a ello la escasa o nula participación de Luis Fabiano (el bajón es insoportable y puede que necesite un par de semanas de banquillo para que se encabrite de nuevo) y que Kanouté ha perdido el primer puesto como delantero que le corresponde por derecho (se nota demasiado cuando está y cuando no), vemos que somos, con diferencia, el equipo menos goleador de los seis primeros.

Es muy significativo.

Y si es cierto que Renato ha marcado varios goles entrando como segundo punta, tengo que insistir una y otra vez en que no es delantero. Renato es un medio campista excelente, con una calidad indiscutible y capaz de llegar en segunda oleada cuando es necesario. Pero no podemos sacarlo, invariablemente, en ésa posición siempre. No rinde todo lo que puede.
Renato debe organizar. Si marca goles, además, mejor que mejor. Pero cada cual en su sitio.

Todo ello nos ha llevado a la segunda plaza. Un sueño.

Pero pocos escucho y leo contentos. Pocos.

Y para quienes esgrimen las cifras con tanta contundencia, decirles que es lícito y aconsejable esperar más del equipo; que es lógico querer que gane y juegue bien; que no es anti nada exigir espectáculo, brillantez y resultados.

Es lícito digan lo que digan.

Este equipo, que nadie sabe a lo que juega, va el segundo en la Liga.

Pero este equipo es el mismo que el pasado verano nos hizo frotarnos las manos viendo el juego que desplegó en los torneos amistosos. Nos las prometíamos felices.

Craso error.

A Jiménez le puede la tensión, el acoso, los pitos y las opiniones de terceros, malditos terceros, que se dedican a minar el admirable trabajo organizativo del Club.

Manolo se pone nervioso y se caga. Juega a la italiana (quizás por ello, por pretender jugar con la Sampdoria a su manera, a la que inventaron por allí, nos salió el churro que nos salió).

Y ha demostrado ya, en demasiadas ocasiones, que pega un paso atrás sin razones para ello: el año pasado nos quedamos a un punto de Champions porque nos faltó un poco de coraje en algunos partidos teóricamente fáciles; nos echó de la Champions el equipo turco cuando ganábamos de tres goles, nos echa de la Uefa un equipillo, un grupo de amiguetes, porque no salimos a devorarlos…

Y con el Mallorca, el último, ¿a qué salimos? Sigo tratando de buscar una explicación plausible.

No me cansaré de insistir, las veces que sea necesario, que los equipos de los dos tercios de abajo son los que llenan el saco de puntos y que es ahí, contra ésos equipos, donde hay que salir a apisonarlos.

Esos puntos, como el año pasado, nos pondrán en Uefa o en Champios la primavera que viene. O fuera de Europa.

Salimos con dos medio campistas para tratar de quitarle el balón al Barça porque alguien había exigido dos delanteros.

Es de locos.

Demasiado sensible a las opiniones de terceros, Manolo.

Pero vamos los segundos.

Sin embargo, tengo la sensación de que estamos en régimen de alquiler y con un desahucio en el buzón. No veo al Sevilla con la fortaleza necesaria para mantener ésa posición mucho tiempo y uno o dos partidos, uno o dos, nos mandan a sextos, segunda plaza de Uefa, porque el pelotón europeo está más que apretado y un tropezón, del que sea, te descuelga. Y cada jornada será más difícil recuperar posiciones.

Veo al Sevilla a punto de resbalar en cualquier momento.

Cuando lea las mofas, los discursos rancios y clasistas, el peloteo formalizado, el valor del caché auto adjudicado, el desprecio a los diferentes y los insultos a los que no pensamos acorde con la línea oficial, deciros que el Sevilla es una fábrica que produce ilusiones, sueños, alegrías y grandeza.

Que es apasionante el fútbol y el del Sevilla, cuando juega como sabe hacerlo, se convierte en un goce estético sin parangón.

Que no solo los cuarenta y cinco mil que llenan el estadio pueden hablar, opinar y reclamar: somos miles por todo el mundo.

Y que el único mercantilismo posible es satisfacer las ansias de buen juego y triunfos de tantísimas personas que creemos, adoramos y pensamos en el Sevilla.

Cuidaros.

miércoles, 17 de diciembre de 2008

CARTA A LOS REYES MAGOS

Queridos Reyes Magos:

Si es cierto que sois magos, ya deberíais saber que yo no creo en vosotros. Ni en papá Noel ni en Santa Claus porque viajan solos y eso es sospechoso.

Además, tampoco soy monárquico, por lo que nuestras relaciones no parece que vayan a tener un futuro prometedor.

Sin embargo, en estas fechas es necesario enviaros algo, lo que sea, porque lo hace todo el mundo y por pedir que no quede.

Puestos a pedir… sería conveniente saber hasta dónde podemos llegar en nuestros deseos porque es preferible quedarse un poco corto que no pasarse, que luego llegan las decepciones.

Y antes de comenzar con mi lista, ¿podéis aclararme porqué el último siempre es el negro? ¿Es por el color? ¿Acaso su corona no es tan sólida como la de los otros? ¿Es de un país pequeño y los blancos de otros grandes? ¿Porqué no salió en la prensa que hay otro negro, además de Obama, que manda en algún sitio?

Además, ¿porqué el más blanco, el Melchor, llevaba oro y los otros, el moreno y el negro, aroma y bálsamo? ¿No es discriminatorio? Podían haber llevado diamantes, rubíes, zafiros, esmeraldas…? ¿Y un poco de turrón? ¿Quizás un forro polar puesto que la noche estaba tela fría?

Por cierto, ¿aún no tenéis GPS? ¿No os dá para un Tom Tom? ¿Tenéis que seguir persiguiendo una estrella por los siglos de los siglos? ¿Qué pasará el año que esté nublado o que la contaminación no deje ver las noches claras?

A ver si os vais a equivocar de portal y os encalomáis en Belem, Portugal.

Os informo que hay vuelos baratos que hacen trayectos largos en pocas horas y así podríais evitaros la paliza de los camellos porque, sospecho, deben dejar las posaderas hechas unos zorros.

Imagino que el viaje sería atroz teniendo en cuenta el talibanismo que asolaba la región en aquellas fechas. No debió ser fácil saltarse los controles romanos de carreteras a menos que llevárais pasaporte diplomático.

¿Y qué hicisteis después de entregar los regalos? ¿Volvísteis a vuestras casas u os quedásteis por allí, a curiosear, a hacer algunas compras? ¿Estaba barata la vida por Palestina?

Por si no lo sabéis y porque puede que no tengáis televisión por satélite, ahora está la cosa chunga: los judíos (los mismos de la clase del niño aquel), se están tapiñando a montones de nativos, los palestinos, de mala manera. Espero que no se os ocurra volver este año porque es muy peligroso y puede que no respeten ni los pasaportes ni las coronas. Incluso pueden decomisaros los regalos pensando que pudieran ser armas químicas o contrabando. Mucho ojo.

Tampoco entendí jamás que llegárais los tres a la vez. ¿Os encontrásteis por el camino? ¿Cerca ya o lejos aún? ¿Cuál era la contraseña para saber que no había impostores haciéndose pasar por rey mago? Había mucho pillo entonces ¿verdad?

¿Y los séquitos? ¿Ni siquiera un par de pajes para hacer las comidas, ayudaros a desvestiros a la hora de ir a la cama, echarles algo de forraje a los camellos…? ¿Los pajes de los reyes blancos eran blancos o negros? Me preocupa.

Pero se me está yendo la olla. Estábamos en que había que pediros algo, lo que sea. Sin embargo, visto lo visto, dudo bastante de vuestros poderes. ¿Ni un triste GPS? ¿Ni siquiera la guía Campsa?

Bueeeno, vaaale… Deseo que me traigáis un remedio urgente para la crisis y un título para el Sevilla.

¿Qué? ¿No admitís bromas?

Cuidaros.

miércoles, 10 de diciembre de 2008

SON MIS COSAS

Saludos.

Hace algún tiempo me impliqué de tal forma en los chats que acabé con problemas emocionales. No graves, ciertamente, pero me produjeron días de intenso malestar, de decepciones, de pseudo depresiones…

Tuve una época my triste y los pocos momentos buenos no se compensaban con las desilusiones que me duraban días.

Era el mundo de los amigos virtuales. Era el mundo que me creé, quizás huyendo de otros problemas reales, quizás queriendo escapar de una vida poco satisfactoria.

Los chats no me ocasionaron ningún fracaso… ya había fracasado antes y ésos mundos de la pantalla solo contribuyeron a culminar un proceso oscuro, de abatimiento y que no solucionaron las ansias de evadirme que me quemaban.

Pero llegó un momento en que la razón se impuso. Llegó el momento de reflexionar antes que terminar definitivamente hundido. Llegó el instante de inflexión en que te dices que no puedes seguir así, que no puedes acabar dentro del pozo porque te quedan muchos momentos de vida, muchas cosas hermosas que conocer, muchos libros que leer, muchas personas que conocer y querer…

Llega el momento de apostar por ti mismo.

Y apuestas.

Decides que la vida es más importante que el resto de las cosas; descubres que aún puedes amar; que aún puedes hacer feliz a alguien; que hay a quien le importas. Decides que la pantalla es solo eso: una pantalla y te replanteas muchas cosas. Todas las cosas.

La pantalla, desde ése momento, se convierte en tu amiga, en tu aliada. Es la llave para CONOCER personas, para conocer personas en PERSONA, para acortar distancias, ideas y sentimientos.

Es solo un medio y cuanto antes lo entiendas, antes tendrás un compinche de posibilidades sin límite.

La pantalla de internet me ha procurado tantas cosas que ahora, pasado los años, sigo sin entender que hubo un tiempo que me tuvo atrapado y que todo en mi vida giraba a ése rectángulo luminoso por donde me asomaba al mundo.

Resulta que el mundo no es la pantalla. Resulta que el mundo está lleno de gente, de buena gente, de PERSONAS inmensas que merece la pena besar, abrazar, estrechar, querer… que merece la pena escucharlos y decirles cosas, que esperan que estés ahí cuando les haces falta, que necesitan que les digas una cosa bonita porque eso le anima, le ayuda y les hace, por unos instantes, felices; que necesitan compartir contigo y tú estás dispuesto a dejarte compartir; que hay una palabra que no tiene precio: AMISTAD.

En la pantalla encuentras AMIGOS.

Pero son reales. No son letras ni imágenes. La pantalla es solo un instrumento para llegar a sentir el contacto físico, para tocar, para sentir, para mirar, para recibir.

Solo cuando comprendí que la pantalla era un medio, acabé por salir de la zona oscura, del mundo engañoso de las letras MUERTAS y desperté, de nuevo, a la vida. La REAL.

Hoy, la pantalla es solo un medio. En la pantalla encuentro INFORMACION, CONOCIMIENTO, UN MUNDO SIN FRONTERAS, LAS DISTANCIAS NO EXISTEN y LOS SUEÑOS SE HACEN REALIDAD.

En la pantalla os conocí a vosotros y conoceré a los demás.

Gracias por estar ahí, amigos.

Un día, en cualquier instante, os daré un beso y un abrazo.

Cuidaros.

lunes, 8 de diciembre de 2008






Saludos.


Y le ganamos al Madrid.

Me quedo perplejo leyendo las cosas que escriben y dicen los periodistas de Madrid (y lo poco y mal de muchos de los de aquí), porque si bien es cierto que hubo un par de acciones que no se sancionaron, también lo es que el Sevilla de la primera parte estuvo muy por encima del Madrid y que solo errores de planteamiento en la segunda (Manolo…), permitieron que se nos acercaran en el marcador y nos empataran.

Luego y por una vez, la estrategia del contragolpe nos sale bien aunque lleváramos cuarenta minutos agónicos.

Pero todo eso es anecdótico.

Lo cierto es que hubo “mangazo”. Dicen. Y lo dicen los principales beneficiarios de los “errores” arbitrales desde hace décadas. No comentan cuando les va bien ni que haya “mano negra”.

Y si quieren mangazos al montón, repasen la historia del fulano que arbitró ayer con nuestro equipo. Es desastrosa.

¿Qué una vez se equivoca a nuestro favor? Pues el porcentaje, por ahora, es mínimo. Y repasen las imágenes, señores del Madrid, porque hubo jugadores que debieron salir antes que el Robben. Sin duda.

Pero el Madrid está mal, tiene decenas de lesionados (los ficha ya en mal estado), la Asamblea de Socios es lamentable, el equipo no funciona desde hace semanas, el Schuster es un bocazas y poco mas… ha sido el árbitro.

De haber sido al revés… ni mú.

La tragedia nacional se ceba con el equipo de los regímenes y eso es grave. Veremos cómo lo pagamos.

Del Sevilla… ¿porqué se cambian las estrategias (y ya van varias ocasiones) en los descansos? No queremos enterarnos que si puedes meter siete, porque lo estás haciendo bien, es mejor que meter tres. Y si a ningún equipo se le deben conceder favores, a los rivales directos, menos aún. Ni agua. ¡Pisále!

Ayer, de haber mantenido el balón tras el descanso, probablemente le hubiéramos proporcionado un descosido histórico al Madrid, como espero que le propine el Barça el sábado próximo.

Sigo sin creerme a Manolo. Lo siento porque dirige a mi equipo y quisiera que triunfara por todo lo alto, pero me da miedo. No tengo nada claro con él. Lo siento.

Cuidaros.

lunes, 10 de noviembre de 2008



Saludos.

Hoy, como es habitual, estuve comentando el partido de ayer con los compañeros de trabajo palanganas.

Tanto para A. como para mí mismo, un desastre de partido y solo se salvan los tres puntos. También coincidimos en nuestros reparos a Manolo Jiménez y en estas que se acercó, también habitual, R.

R. es fanático de Manolo hasta el punto de que perdona cualquier cosa que le salga mal y está dispuesto, siempre, a justificar la cituación (bajas, árbitros, etc.)

Cuando A. y yo insistimos en que el equipo no es, ni de lejos, sombra de lo que vivimos años atrás, llegó a decir que ésas eran las tésis de Radio Londres, la Gran M Roja y demás medios de los mandriles.

Intenté reprocharle, de buena manera, que esté contínuamente pendiente de lo que dicen o publican ésos medios. Insistimos en nuestros puntos de vista y como no había manera de que apeara del burro, llegué a levantarle la voz.

Inmediatamente le pedí perdón. Un lapsus.

Lo que me sacó de mis casillas es que cualquier opinión que se exprese y no sea de seguidismo de Manolo, sea ubicada, automáticamente, en el bando que representan las radios y periódicos de Madrid.

En lo que amí respecta y ya me conocéis, eso es imposible.

No entiendo que siempre andemos justificándonos contra algo o alguien (el Betis, el Mandril, los árbitros, la Federación, los medios...) Parece que si no tenemos enemigos a los que achacarle nuestros propios errores, que nos exima de nuestras carencias, no somos capaces de ejercer la necesaria autocrítica.

O buscar los deméritos de los demás (ya sabéis aquellos de "había un sabio tan pobre...") que, estando peor que nosotros, nos revaloricen de lo conseguido.

Trataba R. de explicarme que los medios de Madrid siempre mienten sobre el Sevilla, o cuentan las verdades a medias y que suelen resaltar solo la negativo de nuestro Club y de nuestra afición.

Es verdad. Sin embargo, sería impensable que los medios del Madrid, de Madrid y adoradores del becerro blanco, dijeran otras cosas. No me cuentan nada nuevo porque llevo muchas décadas sufriendo, junto a mi equipo, el desprecio de sistemático de los que controlan la "información deportiva" (eufemismo).

¿No nos estaremos obsesionando?

Alvarado es un buen ejemplo. Si bien es cierto que casi todo lo que cuenta es diáfanamente cierto, no termino de entender la constante, insistente y obsesiva persecución de ésos medios, de la misma forma que asisto atónito al espectáculo de seguidores sevillistas con el Marca o el As, bajo el brazo o sintonizando Radio Sevilla en el coche o en casa.

Me resulta incoherente. Incomprensible.

Se trata, sencillamente, de no leerlos, de no escucharlos.

Y el colmo de males es dejarse influenciar por éstos mangantes cuando manipulan, tergiversan y dirigen, subliminalmente, sus discursos creando opinión contraria a los intereses del Sevilla y por supuesto, a favor de otros clubes.

A veces llego a pensar, aunque enseguida me retracte ante mí mismo, que somos idiotas, infantiles, poco formados y objetos maleables en manos de oscuras conveniencias.

Termino con malos augurios si no ponemos remedio, rápidamente, a los males del equipo porque en unos días, se nos viene encima una seria de marrones de muchísimo peso.

Cuidaros.

sábado, 8 de noviembre de 2008

UNA REFLEXION, AHORA








Saludos.

A pesar de que saber que me arriesgo a ser tachado de cosas imposibles, debo hacer mi comentario sobre la marcha del Sevilla.

Habréis notado que llevo muchos días callado y que no escribo sobre nuestro equipo y solo lo hago sobre otros aspectos que también me interesan (libros, cine, etc.), pero me está costando muchísimo permanecer callado y hoy ya me lanzo.

A todo aquel que se le ha ocurrido criticar a Manolo Jiménez, se nos ha colocado el cartel de anti algo, de no ser buenos sevillistas, de querer que fracase…

Tamaño despropósito solo consigue que descubramos mentes intolerantes, incapaces de ejercer una mediana crítica constructiva (existen grados de crítica, no lo dudéis) y que son personas que jamás mirarán hacia dentro.

Parece que solo es posible ser sevillista si el apoyo al equipo es incondicional, fanático y obsesivo; que quienes como yo, pensamos que Manolo no está a la altura del proyecto deportivo que se pretende desde la presidencia, somos reos de beticismo, intereses ocultos, apoyos misteriosos…

¿Porqué no ser tan sencillos como para pensar que no se está de acuerdo en cómo se está llevando y punto? Sin darle más vueltas.

Yo no estoy conforme. Y no puedo estarlo porque hemos perdido cuatro partidos fáciles: dos de Liga (de esos puntos que a priori no deberían haberse escapado, que llenan el saco para que la próxima primavera estemos arriba), uno de Copa que parece de cachondeo y uno de Uefa contra un equipo que, si bien aparentó ser fuerte, reconozcamos que no es, ni de lejos, rival para el Sevilla. No, no lo es y que nadie pretenda venderme la idea de quesea un gran conjunto.

Insisto en ello porque el Stándar de Lieja solo tiene dos jugadores aceptables. El resto, aunque os parezca demasiado expeditivo, no valen mucho. Además, la defensa es pésima. Equipos de media tabla españoles no la querrían para sí. Y estaba el equipo A y solo faltaba Kanouté.

¿Qué tenemos muchas bajas? ¿Qué todas en la delantera? Es verdad. Y es verdad que si no se prevé que podamos tener bajas en alguna línea (aunque sea de manera masiva) sin tener respuestas adecuadas, quizás nos haga dudar de la contundencia con que se nos ha vendido la supuesta “idoneidad” de la plantilla. Algo no cuadra.

No quiero, tampoco, cebarme con Luis Fabiano porque si en mi mano estuviera, la sanción interna sería ejemplar, de órdago. Me cuesta creer que un profesional de ése nivel, sea capaz (y no es la primera vez que lo hace) de dejar al equipo manco por chorradas. No lo entiendo.

Como tampoco entiendo que tras el arbitraje del mamón de Pérez Lassa, el Presidente o el Director Deportivo no hayan salido a la palestra, hayan montado un follón de tres pares y hayan organizado tal bronca (a riesgo, incluso, de ser inhabilitados un tiempo), para dejar claro que si el juego es ser mafiosos (léase Real Mandril), nosotros tendremos que ser los mejores mafiosos, los más mafiosos.

Cuando el impresentable de Mijatovich habla de “mano negra”, debemos interpretar que dice: “mano” de la Federación y “negra” del uniforme de los árbitros.

Visto lo visto, ahora ya sabemos que lo que estaba diciendo el impresentable es: deja de jodernos a nosotros y jode a los demás, a los que podamos hacerles sombra (excepto al Barça porque es demasiado poderoso).

No, no puedo estar conforme con el equipo porque falla en los tramos fáciles. No quiero ni pensar en lo que se nos viene encima.

Miedo me da.

Ahora podéis tacharme de lo que queráis porque solo me importará saber que soy palangana hasta la médula y que mis aspiraciones pasan por que mi equipo, el Sevilla FC, esté arriba, gane, consiga títulos y juegue bien (si es posible), porque ya he dicho muchas veces que a los amantes del fútbol como deporte, nos gusta ver buen fútbol en cualquier parte y el mejor fútbol en nuestro equipo. El mejor.

Yo quiero un equipo cicatero, ramplón y conservador. No quiero.

Necesito que jueguen bien, que me divierta verlos y no vivir acongojado pensando en el equipo que viene. No quiero

Quiero tener de nuevo la sensación de que no me importe un carajo cómo se llame el que venga o al que vayamos a visitar.

Y deseo que Manolo lo haga mejor o deje paso a otro para que el Sevilla FC esté en lo más alto.

Siempre.

¡Hasta la muerte!

Cuidaros.

miércoles, 29 de octubre de 2008

DEJAR HUELLAS




Saludos.

Uno no puede dejar de sentir cierto orgullo cuando tropieza, de vez en cuando, con algún portal donde puede apreciarse un sensible cambio de estilo. Y siento orgullo porque me alegra que, en la medida de lo posible, yo esté contribuyendo a que ése estilo mejore.

No comparto nada (mejor: una sola cosa, creo), con quien lo edita, pero es indudable que tras meses de pasar por éste mi blog, algo de las formas correctas de expresión se estén adquiriendo.

Me impresiona que abra como yo, que estructure como yo, que haga las pausas como yo... me impresiona y me reconforta porque quizás, con un poco más de tiempo, llegue a ser legible.

Como no es negativo que se te peguen las maneras de otros mejores que tú (yo intento extraer enseñanzas de los muchos libros que he leído y de los grandes maestros que los firman), me parece apropiado que se inicie la mejora con mi modesta aportación.

Hay, sin embargo, un componente subyacente que destroza las formas: el mensaje debe tener coherencia entre forma y fondo. Escribir bien y bonito para trasladar un mensaje horrendo, invalida los esfuerzos porque pierde, precisamente, eso: la coherencia.

Hay, además, un abuso excesivo de la hipérbole: ni todo es tan grande ni todo es tan pequeño. Debemos elegir un término adecuado, medio, y dejar la magnificencia para un asunto concreto, para enfatizar algo sin abusar, porque cansa todo un tratado en notas tan altas.

También se observa un abuso de adjetivos inadecuado: para calificar con vehemencia, es preferible escoger uno o dos compañeros para el sustantivo que señalen, con exactitud, la cualidad que se quiere destacar. Insistir mucho en ello también desvirtúa la intención.

Es conveniente, junto a lo anterior, dotarse de un léxico amplio y variado que permita la elección adecuada. En cualquier caso, siempre podremos tener a mano un diccionario de sinónimos y antónimos que nos surtan de esos elementos literarios y gramaticales que nos falten.

Se recomienda, encarecidamente, usar un lenguaje menos soez y sin llegar a la procacidad, a la vulgaridad. El nivel debe mantenerse, incluso, cuando pretendemos atacar a quien se merezca la diatriba. Un escrito elegante, bien estructurado y articulado, con un lenguaje culto y amplio, puede ejercer más efecto en el lector que un panfleto repetitivo, machacón y con evidentes desproporciones. Es insufrible.

Los nombres comunes, mal encajados, pierden vigor. Y la reiteración de términos, aburre.

No interesa, en ningún caso, plantearse demandas que lleven la respuesta implícita. Menos aún, preguntarse por cuestiones que solo el escritor puede responder. Si a ello unimos que el editor no debe admitir, en ningún caso, que le afecten las ofensas del contrincante, no debemos, por tanto, trasladar la impresión de que somos vulnerables a los dardos ajenos.

Y es esencial, siempre, huir de las descalificaciones personales, físicas, porque todos somos reos de imperfecciones y siempre estaremos expuesto a ser objeto de mofas. Además, tampoco es recomendable acusar de herencias que no puedan demostrase.

Insisto, pues, en que me siento gratamente sorprendido con los progresos y deseo que el nivel siga creciendo porque, como todos sabemos (o deberíamos saber), se pueden decir las mayores barbaridades con elegancia, con clase y con estilo y sin que el mensaje repela por grosero y bajo.

Cuidaros.

sábado, 25 de octubre de 2008

NACIDOS AQUI




Saludos.

Ser jugador español se ha convertido, hoy, en un aval para jugar en Europa. Durante años, el nombre de Luis Suárez fue el único referente de nacidos en ésta parte del viejo continente, capaces de llevar su magia a otros equipos. Más tarde se unirían Joaquín Peiró, Luis del Sol, Martín Vázquez y Gaizka Mendieta…

Lento pero seguro, el fútbol español fue creciendo hasta desembocar en el título europeo de selecciones donde, además de traerse el trofeo a casa, dio un ejemplo de buen juego. Excelente juego que me recordó, en muchas fases, al Brasil del 70, al Brasil de Félix, Carlos Alberto, Brito, Piazza, Everaldo, Clodoaldo, Gerson, Jairzhinho, Tostao, Pelé y Rivelino. Casi nada.

Además, la Liga española está, sin la menor duda, entre las primeras de Europa (si no es la más potente) y si unimos a ellos los entrenadores, podemos considerar que Europa, ahora, habla de fútbol en español.

A modo de resumen y pidiendo excusas por los probables olvidos cometidos, os dejo una pequeña relación de jugadores y equipos donde militan. Es una impresionante lista de exportación de buenos jugadores:

LIGA INGLESA

LIVERPOOL:
Riera, Torres, Arbeloa, Alonso y Reina.
Además, en el banquillo:
Daniel Sánchez Ayala, Daniel Pacheco, Mikel San José Domínguez, Francisco Durán y Miki Roque.
Rafa Benítez, Entrenador.
ARSENAL:
Fábregas, Almunia, Mérida.
EVERTON:
Arteta.
MANCHESTER CITY:
Garrido.
NEWCASTLE:
Sanchez.
BROMWICH ALBION:
Valero.
PORSTMOUTH:
Lauren.
TOTTEHAM:
César Sanchez,
Juande Ramos, Entrenador.
ASTON VILLA:
Carlos Cuéllar.
QUEEN’S PARK RANGERS:
Parejo.

LIGA GRIEGA

OLYMPIACOS:
Raúl Bravo, Oscar González.
Ernesto Valverde, Entrenador.
PANATHINAIKOS:
Sarriegi.
AEKA:
Juanfran.
ARIS DE SALONICA:
Koke.
IRAKLIS:
Martínez.
FENERBAHCE:
Güiza, Josico.
Luis Aragonés, Entrenador.

LIGA ESCOCESA

GLASGOW RANGERS:
Novo.
CELTIC DE GLASGLOW:
Crosas.
FALKIRK:
Arnau Riera.
HEARTS:
Palazuelos.
KILMARNOCK:
David Fernández.
DUNDEE UNITED:
Sandaza.
SAINT MIRREN:
Tonet.

LIGA PORTUGUESA

BENFICA:
Reyes, Balboa.
Quique Flores, Entrenador.

OTROS

AJAX:
Presas.

LEGIA DE VARSOVIA:
Descarga, Astiz.

Solo destaco los más llamativos por los clubes, las ligas y los propios jugadores, ya que también hay españoles jugando en Suiza, Bélgica, Austria, Rumanía, Italia, Alemania, y Ucrania.

Cuidaros.

martes, 21 de octubre de 2008



Saludos.


De la Wikipedia:

"Dignidad significa "calidad de digno". Deriva del adjetivo latino dignus,se traduce por "valioso"; es el sentimiento que nos hace sentir valiosos, sin importar nuestra vida material o social.

La dignidad se basa en el reconocimiento de la persona de ser merecedor de respeto, es decir que todos merecemos respeto sin importar como seamos. Al reconocer y tolerar las diferencias de cada persona, para que esta se sienta digna y libre, se afirma la virtud y la propia dignidad del individuo, fundamentado en el respeto a cualquier otro ser. La dignidad es el resultado del buen equilibrio emocional. A su vez, una persona digna puede sentirse orgullosa de las consecuencias de sus actos y de quienes se han visto afectados por ellos. Un exceso de dignidad puede fomentar el orgullo propio, pudiendo crear la sensación al individuo de tener derechos inexistentes. La dignidad refuerza la personalidad, fomenta la sensación de plenitud y satisfacción.

Es el valor intrínseco y supremo que tiene cada ser humano, independientemente de su situación económica, social y cultural, así como de sus creencias o formas de pensar.

El ser humano posee dignidad por sí mismo, no viene dada por factores o individuos externos, se tiene desde el mismo instante de su concepción y es inalienable.

A la misma mujer, a pesar de los logros obtenidos en sus derechos, todavía en muchos lugares se le sigue considerando de rango inferior con respecto al hombre y por lo tanto con menor dignidad.

Otra, para justificar la esclavitud se decía que el esclavo no era persona humana, sino un objeto, al igual que judios, gitanos y homosexuales durante el nazismo. En la época del colonialismo, se decía lo mismo del indio, que no tenia alma y por lo tanto no poseía dignidad humana.

Es constante en la historia de la humanidad, negar la dignidad humana para justificar y justificarse en los atentados contra ella. la dignidad en las personas es muy importante por que tiene muchos valores que atañen a ella y son por ejemplo: el respeto, la moral, autoestima, "orgullo", etc."

Un exceso de dignidad puede fomentar el orgullo propio (exacerbarlo) hasta el extremo de hacer pensar en derechos inexistentes. Es la tesis que la Historia se ha encargado de mostrarnos en todos los dictadores, en todas las partes, en todos los nacionalismos.

Tal como podemos leer sobre Hitler, Mussolini, Franco, Stalin, Videla, Pinochet, Castro... algunos de los casos más recientes y trágicamente llamativos, los "derechos naturales" son invocados hasta por individuos de las clases menos favorecidas.

Es el principio de posesión y el gérmen en que se basa el capitalismo (sea de izquierdas o de derechas).

Esos dictadores también los invocaban contínuamente para ilusionar a los pueblos sometidos y hacerlos soñar con metas ficticias. Y de los derechos naturales, pasaron a los "enemigos naturales", otra reivindicación constante.

En aras de lograr los derechos naturales y protegerse de los enemigos naturales, que pretendían negarles esos derechos, los dictadores optaban siempre, por su propia lógica, por militarizar la sociedad (obediencia absoluta), dotarse de descomunales ejércitos (siempre había enemigos en las fronteras) y potenciar los recursos policiales (esos enemigos se infiltraban por todas partes) hasta extremos delirantes.

Todo el aparato militar/policial, termina siempre orientado en la única dirección posible: la represión interior.

Y todos los casos, lo primero que se persigue es la democracia. El primer enemigo del régimen dictatorial es la libertad de pensamiento, la libertad de optar, la libertad de escoger, de elegir... la democracia.

Anulada la democracia, la sociedad ha dado un paso importante a la militarización porque ya no piensas, no optas, no decides: solo acatas.

Desposeer de personalidad, uniformar, en parte del proceso. Todos iguales, todos grises, todos al paso. No hay sitio para las individualidades y si aún persisten, está la represión policial pura y dura para tí y para tu familia.

Desprovistos de dignidad (el dictador ya tiene suficiente por todos), te convierten en una pieza de engranaje perfectamente ajustada.

Pero no hay que irse a la Historia, a los países, a las grandes guerras porque dictadores los encontramos por todas partes. Hay un dicho popular que dice: "dale un carguito y sabrás quien es fulanito", que viene a reflejar los cambios de actitudes de las personas en función del puesto (con poder), que ostenten.

Concluyo con la dignidad, a secas. En lo complicado que es mantenerse digno en una sociedad que te avasalla, que te corrompe, que te presiona, que te exige, que te tienta, que de pones metas inalcanzables, que te premia por ser indigno...

Y lo que es peor: no saber que se es indigno ejerciendo cualquier forma de dictadura.

Cuidaros.

domingo, 19 de octubre de 2008

EL CASO AGUIRRE

Saludos.

Apenas unos cuantos partidos de liga y ya tenemos tema para toda ella porque, no nos quepa duda, seguiremos hablando del mexi-vasco como lo llevamos haciendo aún antes de empezar la competición.

Este señor siempre ha dado titulares, entrene al equipo que entrene, con la diferencia de que ahora, otro año más, lo hace en uno de la capital. Eso, en los medios, le garantiza protagonismo sin límites y así cumple uno de sus máximos objetivos: parecer que es un gran entrenador aunque no lo haya demostrado nunca.

De la misma forma que el tal Mejuto es capaz de desquiciar al más pacífico del patio con su nefasta forma de arbitrar, Aguirre es capaz de meter tantas tonterías en las cabezas de sus jugadores que se olvidan de hacer lo que saben: jugar al balón.

Aguirre vive de las formas y ni por asomo, se acerca al fondo, al fútbol. Es tan práctico en sus planteamientos que, prácticamente, no consigue nada porque no sabe que hay una teoría que luego debe traducirse en la práctica del fútbol. No lo sabe.

Lo que le faltaba a éste mexi-vasco es llegar al Atlético de Madrid, de la capital, pedir jugadores como si estuviera en un equipo GRANDE y luego echarle las culpas a las patadas de los otros, a los árbitros, a la UEFA... cualquiera es culpable, menos él.

Proyectar nuestros errores, nuestras carencias, nuestras debilidades en los demás tiene un nombre en Psicología.

Y como es un mal entrenador, no consigue nada meritorio.

Ocurre, sin embargo, que con plantillas como la del Madrid o la de Barça, casi cualquier entrenador se hace bueno. Pero el Atlético no cuenta con que teniendo, como tiene, una gran plantilla, ha colocado ahí a un entrenador malo y que no sabe sacarles el máximo rendimiento porque él mismo, con sus actitudes, desorienta y desquicia a los chavales.

Por si eso fuera poco y por ser un equipo de la capital, con toda la parafernalia mediática detrás, han tenido la agudeza de adjudicarles méritos por conseguir, de augurarle metas superiores antes de, de colocarlos en sitio preeminente sin haber andado el camino.

Solo con la plantilla, sin haber jugando aún, ya eran máximos candidatos a todo. Luego, tras algunos resultados potentes, frente a equipos de nivel medio-alto, las espectativas los elevaron aún más.

Pero cuando llegan los grandes... el globo se desinfla. Cuando les plantan cara, cuando el otro no se achica, cuando le hablan de tú a tú, solo demuestran capacidad para UEFA, como mucho, porque el año pasado entraron en Champions como entraron, a la remanguillé.

Lo que haya conseguido el mexi-vasco, poco, ha sido a base de marrullerías y de malos modos. De fútbol, nada de nada.

Y luego está lo de la incontinencia verbal. Lleva años dando ruedas de prensa en las que suelta, de vez en cuando, alguna chorradita que los plumillas le ríen. Se envalentona y de chorraditas pasa a chorradas, luego a tonterías y termina diciendo estupideces. Y como aún le siguen riendo y aplaudiendo, pues seguirá progresando y progresando hasta que, hartos de hacer el ridículo, lo echen.

Entonces solo podrá decir lo único realmente brillante que puede decir: Adios.

Cuidaros.

sábado, 18 de octubre de 2008

Y VAN...

Saludos.

Me cuentan que hoy debo añadir un nuevo delito a mi larga lista de problemas:

Ahora soy un MANIPULADOR.

No importa lo que haya hecho en mi vida; las veces que me haya tenido que enfrentar a cuestiones muy, muy peliagudas; las veces que he tenido que plantarme delante de gente poderosa, lista y con recursos para hacerme mucho daño; las veces que me hayan apaleado por defender a los trabajadores; las veces que haya tenido que ponerme enfrente de quinientas personas y explicarles cosas importantes; los años que lleve trabajando mucho y bien para que otras panzas engorden; las veces que he tratado de hacer COSAS porque tengo ideas, iniciativas y la voluntad necesaria... soy un MANIPULADOR.

Eso, me cuentan, lo dice una persona que está siendo manejada, cual marioneta, por otros. Eso lo dice una persona a la que respeto muchísimo (y se lo he dicho en alguna ocasión), pero que no logra desprenderse de lastres que no le ayudan.

Parece un guión conocido: primero, administrador; luego, manipulador... supongo que llegará lo de acosador, ladrón y pederasta.

Nada nuevo.

Deberíamos establecer los términos de "manipulador" y luego debatir. Quizás nos encontremos con grandes sorpresas.

Por supuesto, las ofensas a mis amigos, los supuestamente "manipulados", no cuentan ya que como "no son muy listos" no notarán los efectos de mis artes.

Lo dice, además, una persona que me cataloga de "tan inteligente..." Eso debe haber sido un chivatazo. Seguro.

Somos lo que hacemos y lo que decimos.

LO QUE HACEMOS Y LO QUE DECIMOS.

OBRAS SON AMORES Y NO BUENAS RAZONES.

POR NUESTRAS OBRAS NOS CONOCERAN.

Cuidaros.

PEQUEÑO HOMENAJE


Saludos.
Hoy no escribo. Os pego un artículo de un blog excelente y que leo con frecuencia.
""* PALANGANAS
Así nos llaman y así nos llamamos a nosotros mismos. Conozco a sevillistas que les molesta que así le llamen, seguramente por el tono en el que se dirigen a nosotros los seguidores del otro equipo de la ciudad.
Yo personalmente me siento orgulloso de ser palangana y mi blog se llama como se llama, casi por obra y gracia de un palangana cerrado tocayo mío de Lebrija llamado Carlos García, que me aportó la idea sin saberlo.He visto que hay gente que le molesta, (muy poca la verdad), pero somos lo que somos.Ser colchonero, merengue, culé, verderón, periquito, submarino, boquerón, choquero, león, etc, no tiene nada de especial, supone algo divertido y es así como se conoce a las aficiones de los distintos equipos.Pero hay muchas anécdotas y datos que no estaría de más conocer.A los sevillistas nos llamaron siempre “merengues”. Hay datos muy antiguos que se remontan a la segunda decena del siglo XX donde ya podemos encontrar a nuestro club por ese nombre.Vemos una crónica de 1935 del periódico ABC donde podemos comprobar que esto es así:Los orígenes de nuestros colores no estan muy claros tampoco y además parece ser raro que en aquella época -1905- se usase el color blanco para jugar al football. De hecho los ingleses usaban desde muy antiguo ya colores muy vivos para diferenciarse entre los distintos componentes de los equipos y además era por otra razón: el blanco era un color tendente a ensuciarse mucho con la práctica del juego, por lo que requeriría de mucha atención en cuanto a su limpieza.Don Luís de Ybarra, socio fundador de 1905, estuvo en el Reino Unido cursando sus estudios y se trajo una equipación “colchonera” a rayas blancas y rojas, posiblemente era la equipación del Pastor Granma School donde se practicaba este novedoso “sport”, pero parece ser que no gustó mucho, por lo que fue relegada para el segundo equipo, (que no filial, ya que son cosas muy distintas).
Alineación del segundo equipo sevillista que jugó en la inauguración del Campo del Mercantil. Puede observarse la equipación "colchonera" utilizada para la misma.
Hay un dato que habla que sobre 1908/1909 se encargó una equipación en Inglaterra que debía ser blanca y tener una raya roja. No sabemos bien si esta debería ser vertical, horizontal o cruzada, pero el caso es que nunca llegó a Sevilla y no pudimos comprobarlo.Trasladándonos en el tiempo, en 1958 todavía encontramos la denominación “merengue” en la prensa, que seguirán hasta los años sesenta, donde parece que comienza a cambiar la terminología para referirse a nuestro club, parece ser porque “los merengues” mesetarios se adueñan del término definitivamente. No entraremos en estas cuestiones de las injusticias y los equipos de Franco y cuestiones de esta época.El origen del término “palangana” no está muy claro. Dependiendo de quién lo pretenda contar, defirnirlo será más escabroso o menos. Parece ser que tiene mucho que ver que en esa época, (finales de los 60), ya con los primeros diseños modernistas de las equipaciones, que al añadirle una pequeña línea roja a la camiseta y a los símbolos, se asemejaban a las palanganas de la época.Otras definiciones se refieren a la similitud de nuestro estadio con una gran palangana por su forma, aunque para gustos no hay colores. Los hay que tienen un exceso de ojo clínico para estas cosas.Otras posibles explicaciones bucean en la maldad, dependiendo de quien la cuente, pero como leyenda urbana y como siempre nada pueden demostrar, más que el hecho de contarlo porque un abuelo o un tío se lo dijo… ya saben, lo de siempre. Me gusta que en las radios de los equipos rivales se entretengan en buscar el origen de nuestro apodo, algo por otro lado vergonzoso, ya que puede ser una buena forma de desviar la atención de problemas propios.No obstante no todos los clubes se llamaron, en su apodo, como se llaman hoy en día. Sin ir más lejos, a los seguidores béticos les llamaban “los pepinos”, según crónicas de la tercera decena del siglo pasado, cuestión esta muy obvia por los colores usados. De hecho un cronista de la época se hacía llamar P.Pino cuando escribía las crónicas del club verderón.Por otro lado, el Sevilla FC ha instituído oficialmente ediciones de los premios “Palangana del año” que se celebran anualmente y que dicho sea de paso, no me importaría en absoluto recibir, ¡qué digo! estaría orgullosísimo de tener un "palangana del año". ""
Espero que esto acalle a tanto cretino que pulula por la web.
Cuidaros.

martes, 14 de octubre de 2008




Saludos.

Más de un siglo de sevillismo y yo soy palangana más de la mitad.
Cuando uno nace sevillista (porque desde que te gestan llevas los colores impresos en tus genes), uno no se cuestiona nada. Se es sevillista y ya está.
Es verdad que hubo aquellos años en los que no eras consciente de nada, pero cuando despiertas a tu entorno, comienzas a comprender los mensajes. Luego imitas a tus modelos palanganas y disputas con tus amiguitos con aquellos famosos “po el Sevilla e mejó quer Beti”.
Mas tarde canturreas por cualquier parte aquel famoso “ooohh torero (chá cha chá), ar Beti lan metió siete a cero (chá chá chá)…”
En los partidos en la calle, cuando la calle era tu universo, siempre te colocabas del lado de los blanquillos.
No importaba si eras el más malo del equipo (que lo era), si ganábamos. La victoria era tan nuestra como de aquel diablo palangana (aunque ahora lo veas gordo, calvo y borrachín) que les había metido cuatro o cinco a los verdes. Habíamos humillado al otro y ya está.
Descubres pronto, muy pronto, la radio (de galena) y oyes las transmisiones de la Sociedad Española de Radiodifusión (SER), que era la alternativa a Radio Nacional de España. Raramente mencionan a tu equipo, pero cuando lo hacen, te sientes tan identificado que la alegría, si habíamos ganado, te dura una semana. Una semana de machacar a los verdes.
Cuando no, a aguantar.
Llegan los periódicos (el ABC, casi el único), Sección de Deportes, pasas las páginas de los equipos del régimen y allí está: una tira con la crónica del partido.
Y te vas quedando con los nombres que nos hicieron grandes años atrás: Santín, Campanal, Valero, Arza…
Hay televisión en blanco y negro y no siempre porque Guadalcanal falla más que acierta. Además, si no es el Madrid, raramente ves a tu equipo. Y están los toros también.
Cuando comienzas tu vida laboral, a una edad en que tendrías que estar estudiando y jugando al fútbol (porque no existía otro deporte), haciendo alguna gamberrada y ligando (que es mucho decir), aprendes a debatir como adulto con los verdes.
Ya, desde entonces, sabes que nunca te liarás a ostias por el fútbol. Sabes que solo es un deporte, que llevas a tu equipo tan dentro que no te importa lo que digan los otros. Es TU equipo y es el mejor.
Aprendes a no discutir y aprendes a intercambiar opiniones con los afines.
Llegan los guateques y los picús y llegan ¡oh, milagro!, algunas chicas a las que les gusta el fútbol y ¡por tó lo mas grande, SON DEL SEVILLA! Ahí hay plan (dicho así suena bien, pero en realidad se trataba de bailar lento varios temas, dolores de caderas de buscar un contacto imposible y moratones en el pecho de los codos de la palangana). Pero eso sí: nos hartábamos de hablar del Sevilla.
Ahora las ves con el pelo blanco, casada con el más guapo de la pandilla, ha ganado peso y paseando a los nietos. Pero siguen siendo palanganas y lo llevan en la mirada, lo llevan en el recuerdo y sientes una ternura inmensa porque te dieron muchos minutos de gloria, de macho, de los límites del placer de la época y además (adelantados en el tiempo), te hiciste AMIGO de una CHICA.
Y lo sigues siendo porque fuimos personas del Sevilla.
Llegan los años de las penas y las alegrías. Años de media tabla, un poco arriba, un poco abajo, segunda…
Ves llegar excelentes jugadores y los ves, un poco más tarde, defender otro escudo.
Vives tu sevillismo en la distancia porque el destino te obliga a vivir lejos de Nervión muchos años y lo vives con tanta intensidad que duele. Un triunfo es una fiesta aunque sea poco importante. Una victoria en un derby es… la leche. Allí, lejos, los sentimientos se agudizan de tal forma que lloras. Lloras cuando ganamos y lloras cuando pierdes. Y no sientes vergüenza porque ES TU EQUIPO. Tampoco te importa que te miren como si estuvieras loco.
Luego llega de nuevo el destino y te prohíbe acudir al estadio. La vida te vuelve a pegar otro palo y te hurta el placer de ver al Sevilla en Nervión.
Pero nunca te rindes.
Sigues siendo igual o más sevillista. Más si cabe aunque tu aportación al equipo sea solo emocional.
Y llega el Centenario. Y cuando ves a tu equipo apabullar, jugar, ganar, aplastar, levantar copas, títulos, trofeos… lloras.
Lloras como una magdalena.
Tanta maravilla no es posible porque miras hacia atrás, hacia ésas décadas grises cuando un pequeño triunfo era una festín, y no te crees lo que estás viendo. Y vuelves a llorar de emoción.
Y no te importa que te digan llorón porque lloras por el Sevilla, lloras por tu Equipo, lloras porque te da la gana y porque te lo mereces.
Y siempre, siempre, gritas “Hasta La Muerte” porque sabes que será así.
Y deseas que el sueño no acabe nunca.
Nunca.
Cuidaros.